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El valor de la crucifixión del Señor Jesucristo y la sangre derramada en su muerte


Juan1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Un acto de gran amor que tiene Dios por la humanidad, es una gran muestra de su misericordia a los hombres para que reconozcan que Él es bueno y justo con todos aquellos que quieran seguirlo. Dios hizo toda una obra grande al enviar a su Hijo Jesucristo a salvarnos de la condenación y castigo a los que no creen y que no quieren nada con él. Este propósito resulta difícil comprender y entender por todos aquellos que no están de acuerdo y son apoyados por el enemigo de Dios. Y venía avisada a la humanidad desde la misma aparición de la primera pareja de humanos y se cumplió con la primera venida de nuestro Señor Jesucristo.


Todos los seres humanos, de todas las razas, de todas las edades, de todos los géneros, de todas las formas de ocuparse, de todas las lenguas han sido cubiertos de todos sus pecados y faltas delante del único y sabio Dios, creador de todo lo que habita en la tierra. Como está escrito en 1 Pedro 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.


El valor de la cruz es una demostración de poder ya que han sido borrados tus pecados desde tu nacimiento hasta tu muerte, con un solo sacrificio que dispuso y agradó a Dios: la muerte en la cruz de su Hijo Jesucristo como dice en Gálatas 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, Hasta lo último de su sangre como dice en Juan 19:34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. ¡Alégrate hombre que el Hijo de Dios se hizo maldición ante la presencia de Dios y cargó con todos los pecados y dolencias de todos los seres humanos que han existido desde el primero hasta el último! Pero sé sabio y considera que sólo así podías ser salvo.


¿Te has dado cuenta de este inmenso dolor que le produjo este sacrificio? Hoy en día constituye una herejía desagradable, ignorante e idólatra el seguir anualmente en la pascua judía simulando ése sacrificio de Jesucristo como si hubiese sido Su Voluntad que se recordara de esa manera. ¿No saben que el propósito era haber dado su vida por todos, y NO hacer una vil y cruel obra de teatro humana, pecaminosa y aborrecible ante los ojos tanto del Hijo como del Padre?


Y otros no le ponen interés alguno y siguen con sus cosas del mundo, engañados por el adversario de Dios y siguiendo con los deseos de su carne. Y algunos más, siguiendo otras religiones que los van a conducir a su condenación… ¡Por favor! Lee los siguientes argumentos del amor de Dios, pon mucha atención y compréndelo para que seas lleno de su amor y misericordia. No necesitas buscar más, aquí encontrarás la paz de tu espíritu, solo escúchalo en tu corazón y créelo, ya todo está hecho, solamente requiere de tu que lo aceptes y te vuelvas a Él.


Efesios 1:7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

1 Pedro 1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

Romanos 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

1 Juan 1:7 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

Hebreos 9:12-14 12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. 13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? para remisión de los pecados.


Es tan grande su amor por nosotros que dio a su Hijo para lograr nuestra salvación, no hay pecador que esté fuera de este plan de salvación, así está decretado se lee en Efesios 1:10 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. Y en Efesios 4:32 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.


Solo falta que lo creas es el mejor testimonio a Dios que has creído en sus promesas, bendito el nombre del Señor Jesucristo, así lo escribió el apóstol Pablo a Timoteo en la primera carta 1:15 15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.


La sangre del Cordero se derramó en su muerte y nos limpia y purifica de nuestros pecados confirmando lo que dice en Apocalipsis1:5 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.


Ahora una última cosa. Si bien la cruz, el madero, fue el instrumento de su sacrificio no tiene ningún valor para adoración. Es simplemente idolatría porque ¿qué es más?¿La cruz, o el Cordero que murió en la cruz? Por tanto, como dice la Escritura “guardaos de los ídolos” e incluye en esa frase al objeto de madera que muchos cargan en sus cuerpos. Recuerda que es por fe y no por vista. Y si el Señor Jesucristo dice respecto a ella: “niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” es porque la renunciación y ser apartados del mundo constituye nuestra “cruz” en sentido figurado de andar como Él anduvo, una sola vez. Y los que se inmolan en esos actos circenses son hipócritas y malditos, que entregan su carne al pecado y cierran su alma para la salvación.


Por eso ahora deberías entender que ya no hay propósito de reconstruir otro templo donde adorarle, ni tampoco derramar más sangre en sacrificio para remisión de pecados. Puesto que el templo donde Cristo se entregó a sí mismo fue la tierra misma y la sangre fue la de su cuerpo saliendo a cada latido. Por tanto, Dios destruyó toda evidencia de esa antigua ley a su tiempo para honrar a su Hijo y, todo el que quiera tener templos y hacer o imitar sacrificios es un blasfemo en estos días.


Más los que creemos no dejamos de insistir para que te convenzas, para que te laves de la inmundicia de estar aquí con Su sangre derramada, y sepas que si vino para sacrificarse por ti y los tuyos, también vendrá a llevarte con Él cuando el tiempo de su segunda venida llegue. ¡Gracias Señor Jesús, bendito seas por siempre y para siempre!

Nuestro espíritu no deja de agradecerle al Padre de su plan misericordioso en este pacto nuevo, en el que somos incluidos por la fe en el Señor Jesucristo.

Amén.


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