Efesios 4:5
Un Señor, una fe, un bautismo
En el nuevo pacto para la iglesia de Cristo se han establecido dos ordenanzas de suma importancia que medirían nuestra capacidad de entender la obediencia a la palabra del Señor Jesucristo.
Se logra comprender que la función del enemigo de Dios sutilmente busca que el hombre actual no lleve perfecta su relación con Dios, a través de la obediencia a sus mandatos y ordenamientos.
¿Por qué?
Porque no le conviene que tú hagas la voluntad de Dios, de lo contrario lo podrás vencer.
El adversario de Dios se alegra de que los hermanos en Cristo se desvíen al antiguo pacto, porque él sabe que nadie lo venció, solamente el Señor Jesucristo lo derrotó en la Cruz y le ganó la partida. Y gracias a eso ahora todos los hijos de Dios también estamos en esa posibilidad de salir victoriosos pero sólo si ponemos por obra la palabra del Señor Jesucristo.
¿Cuáles son esas ordenanzas que debemos cumplir para tener una vida espiritual plena como hijos de Dios? Consisten en el bautismo y la celebración de la Cena del Señor Jesucristo. En este tema abordaremos sobre el bautismo en el nombre del Señor Jesucristo.
La iglesia de Cristo bautizó desde sus inicios en el nombre del Señor Jesucristo, como puede leerse en el libro de Hechos.
Hechos 2:38
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 8:12
Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
Hechos 10:48
Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
Hechos 19:4-5
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Al mismo Pablo le fue ordenado en el libro de Hechos;
Hechos 22:16
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre. Algunos hermanos bautizaban en el bautismo de Juan como puede leerse en:
Hechos 18:25
Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan.
Hechos 19:33
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Al oír esto los hermanos en Cristo corregían y subsanaban el error como se puede leer en:
Hechos 19:4
Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Hasta aquí hay dos clases de bautismo: el de Juan que era para el pueblo judío y el del nombre del Señor Jesucristo para la iglesia de Cristo
Entonces ¿Cuándo, dónde se originó y propagó el dogma de bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?
Roma siempre infiel y pervertidora de la palabra del Señor Jesucristo en Mateo dice:
Mateo 28:19
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
Se encargó de propagar este bautismo en sus prosélitos, el protestantismo así mismo siguió sus pasos. Pero la iglesia de Cristo ha mantenido siempre este conocimiento desde el mismo día de pentecostés.
El Espíritu Santo nos ha dicho que sigamos la palabra del Señor Jesucristo, ¿Acaso podemos no obedecerla? No, de ninguna manera esta palabra fue escrita así y por el mismo Espíritu.
Solo que tenemos que recurrir a otro ordenamiento por el Señor Jesús que explica el verdadero bautismo y se encuentra en el libro de Juan.
Juan 15:26-27
26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.
Juan 16:13-14
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
En el libro de Hechos se declara:
Hechos 1:4-5
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Desde la Ascensión del Señor Jesús hasta la venida del Espíritu Santo pasaron cuarenta días, una vez recibido el Espíritu Santo, proclamaron el arrepentimiento para el pueblo judío y el bautismo en el nombre del Señor Jesucristo.
Los apóstoles no desobedecieron al Señor Jesucristo, sino que obedecieron al Espíritu y jamás apóstol alguno bautizó en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Antes bien, algunos creyentes hermanos fueron bautizados con el Espíritu Santo en dones y otros en fruto, fue testificada por los primeros discípulos del Señor Jesús como está escrito en:
Hechos 19:6
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Y así se continuó la operación de consolidar a la iglesia de Cristo en obediencia a su palabra de proclamar el poder de Dios en su iglesia hasta nuestros días.
El que escribe, fue bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo, primero por Roma y después por hermanos que no tenía esta revelación, al paso de escudriñar la escritura me llegó este conocimiento revelado por el Espíritu Santo y volví a ser bautizado con mi familia en el nombre del Señor Jesucristo por obediencia y testimonio de la siguiente manera:
-Decir nombre del bautizado
--¿Crees que Jesucristo es el Hijo de Dios?
-Sí creo--¿Te arrepientes y crees que participas en la muerte y resurrección de Jesucristo?
-Sí creo
--¿Quieres ser bautizado en el nombre del Señor Jesucristo?
-Si quiero
--Eres bautizado en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
-Y fui sumergido en las aguas de un arroyo local.
El bautismo implica un renacer, una separación del mundo gradual con el crecimiento del nuevo hombre espiritual mencionado en la escritura. Significa reconocer la paternidad del Creador sobre el bautizado y la hermandad con el Cordero Redentor. Es el sello, el lazo que dicta la pertenencia a la heredad de los hijos de Dios. Su institución es vital, Dios no puede enviar el Espíritu del Consolador si no te bautizas en el Nombre del Señor Jesucristo, hasta que no acceda de todo corazón y deje morir su antiguo ser espiritual. Debe ser así para que todas las cosas sean hechas nuevas en Cristo Jesús, Señor nuestro a partir del momento de la sumersión. Gózate de cumplir con esta ordenanza testimonial y participa de las promesas para los hijos de Dios:
Colosenses 2:12
Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
Gálatas 3:27
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Romanos 6:33
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
1 Pedro 3:21
El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo.
Mateo 20:22
Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.
Amén.